Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2009

Él

Lo deseaba con furia. Sus noches eran amargas cuando se entregaba a otro cuerpo que no era el de Él. Su amor era un barco a la deriva que no encontraba costas donde arribar. No saciaba sus ansias locas de entregarse en búsqueda de ese instante mágico de felicidad que solo Él llegó a darle; y lo lamentaba aproximadamente cada 15 días, cuando la realidad de su ausencia la golpeaba cuán martillo a su clavo. Los momentos de felicidad eran solo cuando ella soñaba con su cuerpo; no era nada sentimental, todo era carne. ¡Qué ironía! Ese deseo carnal se había convertido en algo tan sublime que le consumía el espíritu hasta convertirse en parte mecánica de su ser y sus actos. Todo lo hacía con el fin de que Él se enterara, mas sin embargo nunca se percató de que ella lo adoraba y lo quería de veras. Pobre flor sin pétalos. Cuando Él la encontró, ella estaba marchita, sin embargo, Él acabó con lo último que le quedaba. Su desgracia comenzó cuando se propuso a buscar al sustituto; clavo q

Manuscrito de Pésimo Penares

Estoy al borde de la demencia, pero, ¿en cuál borde? Recuerdo muy claramente que deje caer mis últimos 2 pesos en una acera y decidí liquidar la existencia en este vano mundo. De un callejón hice mi hogar, y de los basureros, mis restaurantes favoritos. Disfruto del olor fétido que despide mi cuerpo; principalmente mi cabello. Me regocijo cuando veo a los demás apartarse de mi existencia que solo espera la desgracia final. Mi profesión es esperar que el mundo se acabe como siempre lo han anunciado, desde el día en que cobre mi primera pinta de razón. Las rosas no guardan color alguno, pues hasta daltónico quedé cuando me dijo ella que nunca más regresaría a mi vivir. Un bueno para nada siempre fui y eso era lo que le gustaba; hasta que se dio cuenta que la vida es más que un roce de pieles e intercambio de fluidos marginados. Célibe y la parte… No he vuelto a ver una parte húmeda dispuesta a recibir mis mejores nostalgias y deseos… Ni siquiera yo mismo puedo con esta pena. Pero

El loco de la calle atraso

"En siendo leyendas urbanas y profecías profanas me las he inventado todas; y cuando digo todas, espero que con sus ojitos lo subrayen para que se les quede grabado que yo fui el autor. Les contaré como surgió todo este vaivén de novedades rumoradas a través de las décadas y quizás siglos. Esto comienza así: En mi época a los niños les gustaba escaparse al rio a bañarse, y este pasatiempo traía muchos contratiempos, pues los niños no inventan nada bueno y menos cuando andan escapados. en fin, yo lo hacía hasta que crecí y me convertí en el loco del pueblo, profesión que me honra y me enorgullece, pues me hace único ante todos los “normales”, gracias. Al ver que los padres estaban escandalizados por las famosas escapadas de sus hijos decidí contarle a la única mujer que me escuchaba, (y que la a vez pensaba que yo no estaba loco) la historia de “los indios de las aguas”. La hice prometer que no se lo diría a nadie “porque todos pensaban que estaba loco”; pero conociendo a la

Algunas palabras

Así concluye el sueño de Duarte. Si en algún momento se les hace difícil leerlo, les recomiendo que copien y peguen la serie completa en el orden recomendado al inicio de cada uno de los mini capítulos en un documento Word o cualquier notepad. Quisqueya brava, ¡No dejes de parir!

Anoche hablé con Juanpa: El despertar

Antes de leer esta entrada favor leer "Anoche hablé con Juanpa: El patio", dígase la publicación que antecede a esta. -"Nunca quise tiranos ni el desperdicio de sangre para nuestro pueblo. Me han contado que todo va corriendo bien en tu era; salvo que los mismos coludos y bolos no han desistido en su afán por gobernar a su manera, y no como mi república se lo merece. No apoyo las negociaciones que ponen en peligro la soberanía por la que tanto se ha luchado. Dios, Patria y Libertad lo cambiaron por Dinero, conveniencia personal y corrupción. Ojo con eso; no estoy diciendo que todos son malos, pero los buenos son pocos y no tienen dominio del poder. El poder se está utilizando para beneficiar a los clientes internos de la empresa del Estado; no pienses que no estoy enterado de nada, pero me molesta mucho que utilicen los principios nacionales que sembramos los trinitarios para endosar un cheque destinado al bienestar de unos pocos y a la desgracia de tantos que se levanta

Anoche hablé con Juanpa: El patio

Antes de leer esta entrada favor leer "Anoche hablé con Juanpa: El encuentro ", dígase la publicación que antecede a esta. -Yo simplemente soy un ciudadano de la República Dominicana - Le dije para probar su reacción. El sonrió y dijo: -Ven, vamos al patio. Así nos dirigimos al patio dejando a la joven que me acompañaba a paso lento. El caminaba con las manos entrecruzadas, colocadas atrás. Vestía de traje ceñido gris, impecable y calzaba unos finísimos zapatos negros. Yo estaba maravillado con su postura, tal cual se le aprecia en los cuadros que hay en los ayuntamientos y en las oficinas gubernamentales. Seguimos esquivando al público ansioso que estaba esperando la obra, llegando así, a un patio oscuro y frondoso que emanaba frescor de una pequeña reciente lluvia. -¿Dices que eres Dominicano? Entiendo… Eres uno más de esos que vienen desde el futuro. No es la primera vez que pasa. Pocos han regresado y por eso no me sorprende, porque vienen al mismo lugar y a la misma hora

Anoche hablé con Juanpa: El encuentro

Antes de leer esta entrada favor leer "Anoche hablé con Juanpa: El rompecabezas ", dígase la publicación que antecede a esta. Me apresuro a seguir a la señorita hacia el lugar donde presentaban la obra y los sudores brotaban de cada poro de mi cuerpo, logrando así, formar una capa mojada en mi espalda. Seguimos caminando en silencio y veo a dos hombres negros sobre caballos con uniforme castrense, los cuales nos miraban como a sospechosos; gesto que nuestra querida amiga ignoró muy adrede, haciendo que la secundara en el gesto. -Agárrame la mano para que crean que somos una pareja; con eso vamos a reducir el nivel sospecha.- dijo ella casi en susurros. Yo asentí con ese placer que solo la complicidad sabe propinar y agarré a mi dama cuan si fuésemos una pareja de recién casados y apaciguamos el paso. -Ya estamos llegando. – Me dijo. Yo solo la seguía. En menos de 2 esquinas, ya podía ver un casón antiquísimo casi hecho ruinas con un letrero modesto anunciando: “ESTA NOCHE: LA

Anoche hablé con Juanpa: El rompecabezas

Antes de leer esta entrada favor leer " Anoche hablé con Juanpa (Intro)", dígase la publicación que antecede a esta. Por alguna razón me encuentro caminando en la calle Isabel La Católica en la zona colonial de Santo Domingo, de noche y sigue el apagón. Estoy en la zona como dije anteriormente, pero está mucho más silente y no veo rastro alguno de vehículos (cosa bastante extraña). Veo gente sentada en las aceras hablando en diferentes tonos y con ropa un poco excéntrica. Decido seguir mi paso sin confiarme mucho, pues aun no se qué rayos pasa y decido caminar a ver si puedo vislumbrar algún sitio familiar para convertirlo en mi punto de referencia para llamar un taxi. No he visto el primer descontento con la falta de energía eléctrica mas todo el mundo está aparentemente conforme con sus lámparas de gas o sino velas. Me sigo haciendo el guapo manteniendo mi marcha hasta pasar una esquina sin doblar. No estoy ubicado hasta que llega una señorita de dulce aspecto y me dice: -

Anoche hablé con Juanpa (Intro)

La noche estaba rara; un búho coreaba sus cánticos siniestros y la luz de la vela no hacia bien el trabajo de dejarme leer unos párrafos perdidos de un libro antiguo que hablaba de un “ Viejo y el mar”. Decido mirar por la ventana a ver si veo a la macabra ave nocturna para así espantarla. Todo fue en vano pues como sabrán no había luz y lo único que me quedó fue acostarme bajo el festival interprovincial de mosquitos que bailaban sobre mi cuerpo y se jactaban de mi sangre cuan borrachos en un bar de mala muerte. A todo esto el verano estaba en su clímax, razón por la cual mi sábana se humedeció hasta la última esquina. Mis ojos lentamente se cerraban y los mosquitos batallaban para impedirlo hasta que el cansancio y el aburrimiento hicieron su trabajo; transportándome así, hasta los brazos de Morfeo. Usualmente mis sueños son en blanco y negro, con sonido mono estéreo; a diferencia de este que estoy a punto de relatar. Calidad Blue Ray con surround system en una plasma de 65 pulgadas…

Ladrones y Policías: Ladroncías o Polidrones?

- Me rompieron el vidrio ahora mismo- dice el taxista muy exaltado. – Son los mismos policías que están atracando, haciendo el papel de ladrones y de malones. Yo, sorprendido le pregunto que como sucedió todo, a lo que él contesta que fue a buscar a un cliente, que por mala suerte un colega ya le había robado y se estaba devolviendo por una calle oscura en la que había una luz alta y unos motoristas estaban medio a medio conversando. A todo esto nuestro amigo del taxi pega el freno para no chocarlos y grita: - ¡Cualquiera se los lleva hijo e’la gran puta! ¿Por qué no bajan esas luces? Esto provocó que los malandros se desmontaran del motor cada uno con pistola en mano desafiando: - ¿Que fue lo que tu dijiste infeliz? En lo que uno dice esto, el otro con la rompe el vidrio de la parte delantera con la misma pistola de un solo golpe; el taxista acelera y se les escapa. Ellos se tomaron la libertad de sonar dos disparos en medio de la vía pública… ¿Qué importa? Somos los dueños

Mal Aspecto

-Si señores, el más veloz del mundo- decía el anunciador. La multitud generaba un sonido casi silente que deparaba algarabía. Los globos, las golosinas componían un ecosistema de colores que se combinaba con los payasos y bufones. Todos los niños estaban de manos con sus padres y los recién novios abrazados compartiendo risas y furor. En una esquina distante estaba un personaje un poco siniestro; pues era una especie de payaso, pero sin color. Su caseta era gris tanto como su desgastado maquillaje combinado con el polvo del camino. Zapatos rotos, barba, una barriga desorbitada y cabellos rojizos largos bajo un medio sombrero. Nadie se acercaba pues era de aspecto repugnante y odioso. Hasta que un día un joven de aspecto jovial se atreve a hacerle dúo. -¿Qué hay viejo? -Nada… Estoy aquí asegurándome de que todos estén felices. -¡Si ta’bien! Con ese mal aspecto que tú llevas encima lo que menos puedes hacer es feliz a la gente. -¿Gente? ¿A cuál gente? –dijo mal aspecto en tono de

Eterna calle

Siempre estaba con ella, su amiga fiel; la guitarra. Solía sentarse en el parque a tocar melodías olvidadas por las generaciones más antiguas, aun así, las tocaba con energía y fervor. Su barba sucia y descontrolada llamaba la atención de cualquier joven con aspiraciones a la vagancia y tendencia vagabundista, incluso poseía un club de fanáticos. Los más fieles seguidores que le llevaban una “chatica” de ron para que siguiera el pintoresco recital. Sombrero (que no podía faltar) con escasas monedas que le daba forzosamente para comprarse pan y agua. ¿Quién dijo que no se vivía de pan y agua? Falso; Luis (así se llamaba) si podía, pero había que darle alcohol. Sus amigas eran las palomas que bajaban a comer migajas a su alrededor; ojo, era él mismo quién se encargaba de buscarlas. Sus amigos eran los “palomos”, quienes se sentaban a escuchar sus tonadas para olvidar las penas que desde “fetos” enfrentaban. La noche era su más antiguo y adorado amor, razón por la cual siempre se dedic

La silla del olvido

Una vez más me encuentro sentado en la misma silla donde tantas veces me senté a ver como el sol jugaba a esconderse y la luna salía a buscarlo. Solo una vez, pude ver como una estrella se fugó, cargando en su cola un millón de deseos de tantos ilusos que jugaron a la fantasía. La noche olía a pasado, adolescencia, rebeldía; olía al primer trago de ron y hasta al primer cigarrillo. Si el entorno olía a todo lo dicho, pues por supuesto tenía que oler al primer amor. En el horizonte llegue a ver una terraza, donde se bailaban viejos merengues que despertaron al adulto que dormía en mi cuerpo y que me incitaban a pegarme a la chica que me dijo un día poco común que mi vida seria para adorarla. ¿Cuánta gloria cabía en un solo ser? Su belleza era incomparable e incalculable, razón por la cual decidí soltar los caballos desbocados que permanecían en su corral y así como corrían, di mis más nobles e indomados sentimientos. Pestañé por un instante y sopló una brisa que traía consigo muchos

Email de despedida de Domingo Quisqueya

Querida Sra. Feudal, Olvidado queda ese momento en que fallé a tu favor. Me rendí cuan niño inocente ante tu encanto angelical; perseguí tu sueño queriendo hacerlo mío, enajenándome de la realidad que hoy contemplo. Nunca prometí nada que no cumplí, eso lo sabes; mas sin embargo me llaman los campos, los árboles, el olor a primavera aun cuando es otoño, las lluvias, la pobreza, un pueblo con hambre, ignorancia, analfabetas, promesas sin cumplir y una deuda infinita en la que sospecho estás involucrada, aunque no te culpe por ello... Todo esto es consecuencia de lo ya mencionado; por lo que no te debes sentir mal. No interpretes que soy mal agradecido, porque me has dejado vivir y no terminaste con mi vida cuando pudiste hacerlo, en serio agradezco tu bondad. Exiges mucho de mí, cosa que no aguanto. Mi tiempo no lo pretendo gastar en ti, ni mi dinero. Prefiero donarlo a la causa sin fin que me depara mi destino. ¿Qué si me voy solo? Ni de juego. Conmigo se van mis sueños prop