Ir al contenido principal

Hasta la próxima.


Víctima de un golpe cai tendido agonizante, carente de razón y con signos vitales fallidos. Escuchaba a mi contrincante reír a carcajadas, mientras mi visión se nublaba color rubí. Solo podía escuchar su risa por encima de mis pensamientos.
Mi victimario golpeo nuevamente mi cabeza y rompí en llanto desesperado, escupía sangre que eventualmente sentía me ahogaría mas no podía parar de expulsarla como vómito súbito.
¡Déjame en paz, esta vez, te lo pido! “. Grité con el poco de fuerza que me quedaba.
-          
      "No te dejare hasta que sucumbas-  respondió inmoral – Por inepto, granuja, testarudo, desagradecido, orgulloso, presumido, prepotente y aburrido. ¡Eres una vergüenza de la existencia! La peor de las creaciones…"

Dio una vuelta, consumido por su ira y volvió a gritar:
“¿Quién diablos te crees que eres? ¿Quién carajos te crees? ¿Eh?”

Mi silencio me condenaba, ya estaba sometido a su terror otra vez. El verdugo prosiguió:

“Te han amado y  has desconfiado. Te han amado y has herido. Han sido lo suficientemente decente para brindarte amistad, y aun así lo tomas a la ligera. ¿Acaso te crees mejor que los demás? ¿ EH? Te han querido desde el vientre y aun asi no sabes dar nada a cambio. ¿Cuántas oportunidades necesitas? ¡Dime cuantas!”

Se alejó mientras terminaba su monologo de tortura, como siempre lo hace justo antes de finiquitarme. No he podido derrotarle, más un día me vengaré: La gran diferencia es que yo sí puedo matarlo y seguir vivo, sin embargo,  él no existe sin mí, por eso no puede más que dejarme moribundo.
Solo necesito un poco más de fuerza. La próxima vez mi Ego no me agarrará desprevenido.

Hasta la próxima, inútil.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Navidades y RD

Ese árbol navideño que tantas luces solía sostener y que tenía un efecto hipnotizante en todos los que entraban a la casa; solo cuelga telarañas... La cajita de música que tocaba una y otra vez las mismas melodías me transportaba al mismo polo norte y me sentaba a la vera de papa Noel; ya no es caja porque las extensiones lo incluyen. ¡Vamos a cortar yerba para los camellos de los reyes magos!, y pongámosle cigarrillos, ron, galletas, leche, etc.… Todo eso ya es un vago recuerdo del tiempo que solía ser el más esperado. De esa burbuja ya he hablado y muchos quizás no estén de acuerdo, mas a mi generación esto lo hacía tan feliz como recibir los regalos; ¿a donde fue a parar tanta magia? Recuerden que la fantasía es alimento de la niñez, déjenle saber cuando crezcan que hicieron lo imposible para que se acostaran el día antes de “los reyes magos” con un ojo abierto y uno cerrado. Las navidades se han ido de vacaciones, supongo que están peleadas con mi República Dominicana… Luch...

Remembranza del hermano mayor

En un techo angosto, espejo de un cielo estrellado con un lunar transparente; me senté a pescar recuerdos de esos que deambulan libremente cuando el tiempo pasa inclemente por encima de nuestros cuerpos. Así te vi corretear como cuando aun eras niña y tu pelo rizo hacia juego con tus cachetes color rosa. Que niña más hermosa te decía mamá. Crecías y nos distanciábamos de repente, pero nunca me quité la armadura con la que me envistieron para protegerte por siempre, aunque ya no la notes. No he renunciado a mi rol de caballero que cuida tu existencia aunque yazca silente entre las sombras. El destino te prepara tantas cosas dulces como amargas, más no hay dulce sin amargo y cuando pruebas de este último, el primero optimiza su sabor. Estaré por siempre a tu lado, aunque cometas el peor de los errores; y nunca me dejarás de enorgullecer, pues tu dulzura ya saldó tus faltas con infinita fianza. Me encantaría estar presente día tras día para presenciar tu evolución en esta vida y velar por...

Un cuento Taíno (Arawaibe)

Era una noche muy tensa con olor a mar y animales muertos en el cacicazgo de Maguana. Los árboles derribados por doquier escenificaban el horrendo paisaje que había dejado ese devastador Huracán. -Cuando amanezca, tenemos que limpiar la tierra, madre de todo lo que comemos.- Dijo Caonabo, el cacique de Maguana a sus 21 Nitaínos. Con un acto de reverencia dieron este mandato por entendido. Lo que restaba era informarle a los naborías del gran trabajo que les esperaba. Y así concluyó la reunión de “la nobleza” taina. Caonabo entró en su bohío y se sorprende al ver a su behique llorando. El behique era el sabio del cacicazgo, además de ser curandero y poseer poderes mágicos. -¿Qué te sucede hombre sabio? -He cometido algo imperdonable. Caonabo, merezco la muerte, ni siquiera Apito me lo perdonaría.- Dijo en anciano entre sollozos. -Cuéntame, y puede que te perdone yo. Luego me encargo de Apito; has sido un hombre bueno y honesto. -Mi hija no murió. ¡Esto es terrible!- dijo el be...