Ir al contenido principal

La eterna juventud



¿Qué tal?
Sé que has estado preguntándote que ha sido de mi vida y que el encontrarnos ha sido poco difícil en estos días; pues aprovecho estas líneas para darte un pequeño informe de cómo anda todo.

Nada marcha de la misma manera que cuando adolecíamos de gastar el tiempo solo en diversión y ocio. La burbuja en la cual vivíamos se reventó desde el día que nos pusieron la toga y el birrete en nuestra graduación de secundaria. Las ganas de triunfar se adueñaron de mi existencia y salí sin pensarlo dos veces del nido que me vio crecer sin mirar los obstáculos que se me han cruzado; modestia aparte los he cruzado uno a uno. No creas que con esto me convierto en un guerrero invencible como esos que veíamos en la televisión; para nada. Mis fuerzas flaquean y siento que muchas veces nado contra la corriente; me pregunto si te pasa lo mismo.

Resulta algo gracioso pensar que algún día estaremos creando la misma burbuja para nuestros hijos y te confieso que diera lo que sea porque su niñez sea tan mágica como la tuvimos nosotros (en nuestros tiempos). Si, dije mágica; era tanta la magia que ni siquiera nuestros sentidos la podían percibir, ya no está, por eso siento su ausencia.

¿Y que de ti? Escríbeme un día y dime que has triunfado o que has fracasado; te prometo que en cualquiera de los casos brindaremos por un mejor futuro y por la hermosa juventud que compartimos. Brindaremos por una amistad que surgió en nuestra mejor época y ¿por que no? Le daremos la bienvenida a todo lo bueno que ha surgido en cada una de nuestras vidas.

Hemos crecido bastante, en todo el sentido de la palabra pero te quiero pedir que nunca pierdas al niño noble que llevas dentro: El que jugó tanto, y tantas travesuras hizo.

Yo sigo siendo el mismo y como siempre te he dicho: Mi amistad no necesita mantenimiento porque demostraste hace mucho tiempo ya, que eres mi verdadero amigo.

En caso de que no te vea, (como casi siempre pasa) tómate un trago en honor a la eterna juventud.

¡Salud!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelnete nuevamente. Tener buenos amigos es una bendición. Salud! AV
DC ha dicho que…
Salud Andy! Como va todo?

Espero que bien. Gracias por visitarme.
Benny ha dicho que…
La parte que mas me gusto de lo que escribiste es donde dice; "Mi amistad no necesita mantenimiento", por que me identifico tanto con eso! Tengo muy buenos amigos a los cuales ya no puedo ver con la frecuencia de antes por razones ajenas a mi voluntad y creo que es una perdida de tiempo tan grande el reclamarnos el poco contacto cuando fianlmente nos juntamos en vez de disfrutar de las memorias, el momento que noa queda ahora y retomar donde nos quedamos...
DC ha dicho que…
Asi es! Lo que es verdadero no se cuestiona y menos cuando hablamos de amistad

Saludos!
Anónimo ha dicho que…
Hola lectura d este blog es muy exorbitantes , textos como éste animan quien analizar esta mensaje:/

Entradas populares de este blog

Un cuento Taíno (Arawaibe)

Era una noche muy tensa con olor a mar y animales muertos en el cacicazgo de Maguana. Los árboles derribados por doquier escenificaban el horrendo paisaje que había dejado ese devastador Huracán. -Cuando amanezca, tenemos que limpiar la tierra, madre de todo lo que comemos.- Dijo Caonabo, el cacique de Maguana a sus 21 Nitaínos. Con un acto de reverencia dieron este mandato por entendido. Lo que restaba era informarle a los naborías del gran trabajo que les esperaba. Y así concluyó la reunión de “la nobleza” taina. Caonabo entró en su bohío y se sorprende al ver a su behique llorando. El behique era el sabio del cacicazgo, además de ser curandero y poseer poderes mágicos. -¿Qué te sucede hombre sabio? -He cometido algo imperdonable. Caonabo, merezco la muerte, ni siquiera Apito me lo perdonaría.- Dijo en anciano entre sollozos. -Cuéntame, y puede que te perdone yo. Luego me encargo de Apito; has sido un hombre bueno y honesto. -Mi hija no murió. ¡Esto es terrible!- dijo el be

Navidades y RD

Ese árbol navideño que tantas luces solía sostener y que tenía un efecto hipnotizante en todos los que entraban a la casa; solo cuelga telarañas... La cajita de música que tocaba una y otra vez las mismas melodías me transportaba al mismo polo norte y me sentaba a la vera de papa Noel; ya no es caja porque las extensiones lo incluyen. ¡Vamos a cortar yerba para los camellos de los reyes magos!, y pongámosle cigarrillos, ron, galletas, leche, etc.… Todo eso ya es un vago recuerdo del tiempo que solía ser el más esperado. De esa burbuja ya he hablado y muchos quizás no estén de acuerdo, mas a mi generación esto lo hacía tan feliz como recibir los regalos; ¿a donde fue a parar tanta magia? Recuerden que la fantasía es alimento de la niñez, déjenle saber cuando crezcan que hicieron lo imposible para que se acostaran el día antes de “los reyes magos” con un ojo abierto y uno cerrado. Las navidades se han ido de vacaciones, supongo que están peleadas con mi República Dominicana… Luch

No esperes (de mí)

De mí no esperes palabras dulces; espera realidad De mí no esperes un abrazo de consuelo; espera un bofetón que te espabile De mí no esperes una sonrisa falsa; espera una carcajada cuando lo amerite De mí no esperes un problema; espera una solución De mí no esperes desesperación; espera calma De mí no esperes visitas; espera  permanencia De mí no esperes olvido; espera libertad De mí no esperes rencor; espera silencio De mí no esperes necedades; espera tu espacio De mí no esperes lo que quieres; espérame a mí.