"En siendo leyendas urbanas y profecías profanas me las he inventado todas; y cuando digo todas, espero que con sus ojitos lo subrayen para que se les quede grabado que yo fui el autor. Les contaré como surgió todo este vaivén de novedades rumoradas a través de las décadas y quizás siglos. Esto comienza así:
En mi época a los niños les gustaba escaparse al rio a bañarse, y este pasatiempo traía muchos contratiempos, pues los niños no inventan nada bueno y menos cuando andan escapados. en fin, yo lo hacía hasta que crecí y me convertí en el loco del pueblo, profesión que me honra y me enorgullece, pues me hace único ante todos los “normales”, gracias.
Al ver que los padres estaban escandalizados por las famosas escapadas de sus hijos decidí contarle a la única mujer que me escuchaba, (y que la a vez pensaba que yo no estaba loco) la historia de “los indios de las aguas”. La hice prometer que no se lo diría a nadie “porque todos pensaban que estaba loco”; pero conociendo a la susodicha, sabía que con solo dar la vuelta, estaría el pueblo completamente enterado y alterado.
“Hay unos indios que salen en el rio y se llevan a la gente para una cueva de la que nunca nadie ha regresado”.
Con esa sola línea se redujo la frecuencia de niños en los ríos. Cabe confesar que esa leyenda fue gratis, solo para ayudar a mi pueblo. ¿Cuánto me pagarían hoy en día por tan buenos resultados? Estuvo buena para ser una leyenda de un principiante; todavía suena de vez en cuando.
Pasaron años hasta que se presentó la pequeña mala costumbre de unos cuantos maleantes de robarse los animales de las finca…
A la misma señora, que Dios tenga en gloria, le dije que un tío mío se consiguió un Bacá para que le cuidara su finca a cualquier intruso se lo come; pero eso si, hay que sacrificarle a alguien de la familia para alimentar sus poderes… El resto ustedes ya se lo saben…Otra que di de gratis pero valió la pena… ¡Sabrá Dios a qué animal han cogido para las propiedades que hay que cuidar y a cuántos han sacrificado después de ese cuentaso!
En mi lista están unos cuantos muy famosos ya: La ciguapa (para los mujeriegos), El galipote (para los parranderos), Los Biembenes (para los curiositos).
Me cansé de rodar y por el único rumor que cobré fue por el de un niño que nació en Azua con un sello maldito de 3 dígitos en la frente; al nacer el niño habló y sus palabras fueron: “Si creen que yo soy feo, mejor prepárense para lo que viene pronto que será peor”. Luego de que dijo esto murió junto con la partera que lo recibió al darle un infarto por culpa de tal escena.
Si. Toda esa genialidad es de mi autoría y se la vendí a una nueva iglesia que no tenía muchos adeptos, me la compraron en mas o menos lo suficiente como para suplirme de picadura y papel para los cigarrillos de 2 meses. ¿Para qué más?
¿Mencioné que en el 1998 (ya sin mucha imaginación) me inventé un maremoto que movilizó mas de la mitad de mi país?
Díganme ustedes si no vale la pena ser un loco de vez en cuando."
En mi época a los niños les gustaba escaparse al rio a bañarse, y este pasatiempo traía muchos contratiempos, pues los niños no inventan nada bueno y menos cuando andan escapados. en fin, yo lo hacía hasta que crecí y me convertí en el loco del pueblo, profesión que me honra y me enorgullece, pues me hace único ante todos los “normales”, gracias.
Al ver que los padres estaban escandalizados por las famosas escapadas de sus hijos decidí contarle a la única mujer que me escuchaba, (y que la a vez pensaba que yo no estaba loco) la historia de “los indios de las aguas”. La hice prometer que no se lo diría a nadie “porque todos pensaban que estaba loco”; pero conociendo a la susodicha, sabía que con solo dar la vuelta, estaría el pueblo completamente enterado y alterado.
“Hay unos indios que salen en el rio y se llevan a la gente para una cueva de la que nunca nadie ha regresado”.
Con esa sola línea se redujo la frecuencia de niños en los ríos. Cabe confesar que esa leyenda fue gratis, solo para ayudar a mi pueblo. ¿Cuánto me pagarían hoy en día por tan buenos resultados? Estuvo buena para ser una leyenda de un principiante; todavía suena de vez en cuando.
Pasaron años hasta que se presentó la pequeña mala costumbre de unos cuantos maleantes de robarse los animales de las finca…
A la misma señora, que Dios tenga en gloria, le dije que un tío mío se consiguió un Bacá para que le cuidara su finca a cualquier intruso se lo come; pero eso si, hay que sacrificarle a alguien de la familia para alimentar sus poderes… El resto ustedes ya se lo saben…Otra que di de gratis pero valió la pena… ¡Sabrá Dios a qué animal han cogido para las propiedades que hay que cuidar y a cuántos han sacrificado después de ese cuentaso!
En mi lista están unos cuantos muy famosos ya: La ciguapa (para los mujeriegos), El galipote (para los parranderos), Los Biembenes (para los curiositos).
Me cansé de rodar y por el único rumor que cobré fue por el de un niño que nació en Azua con un sello maldito de 3 dígitos en la frente; al nacer el niño habló y sus palabras fueron: “Si creen que yo soy feo, mejor prepárense para lo que viene pronto que será peor”. Luego de que dijo esto murió junto con la partera que lo recibió al darle un infarto por culpa de tal escena.
Si. Toda esa genialidad es de mi autoría y se la vendí a una nueva iglesia que no tenía muchos adeptos, me la compraron en mas o menos lo suficiente como para suplirme de picadura y papel para los cigarrillos de 2 meses. ¿Para qué más?
¿Mencioné que en el 1998 (ya sin mucha imaginación) me inventé un maremoto que movilizó mas de la mitad de mi país?
Díganme ustedes si no vale la pena ser un loco de vez en cuando."
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