Ir al contenido principal

El Huracán

El viento sonaba como una ópera de aprendiz de tenor en clase inicial. El último árbol que quedaba erguido sucumbió aplastando así un puesto de ventas de periódicos y revistas.
- Puedes levantar tu cabeza, ya pasó- Dijo la madre aún estremecida.
- ¿Tú crees que ya pasó? – Dice el más grande de los tres hijos, levantando a sus otras 2 hermanas. -¿Y papi dónde está? ¿En el negocio?- Refiriéndose a un pequeño colmado que quedaba a 3 cuadras de la casa.
- Si. Y yo se lo dije que no se fuera que después de la primera vuelta, venía el ojo y luego la segunda sería más fuerte.

Que olor más raro, ese que surge cuando la tierra ha sido removida y mezclada con todo. Las casas llenas de lodo y hojas. El aire es más pesado al igual que la vida misma. No hay electricidad, ni agua y todo estará en escasez, de eso todos estaban seguros.
Gente peleando por sus tinacos y hasta por hojas de Zinc para cobijar las casuchas.

-Todo se fue- Dijo el Padre regresando de su travesía.- Toda la mercancía está perdida.
-¿Y ahora que haremos? - Dijo la madre.
-Empezar de nuevo, tendremos que ser pacientes y esperar que todo vuelva a la normalidad.

¿Y qué hay de los que no tenían mercancías ni muebles que perder? Pudieron perder hasta a vida en el suceso. Muchas almas perdidas ahora encontraban estadía en las profundidades de los ríos que se desbordaron. Las iglesias y las escuelas ahora eran refugios de damnificados que esperaban una ayuda de cualquier ente solidario, sin importar si era o no político.
Mark McGwire y Sammy Sosa ya no se verían por la tele, habría que esperar ahora el aburrido periódico. Todo se convirtió en un desorden descomunal que no tenía por donde comenzar a arreglarse.
Pese a la catástrofe registrada, todos dormían pacíficamente luego de varios días de primitiva existencia (En las noches a luz de vela o lámparas de trementina, sin refrigerador ni ventiladores, mosquitos haciendo carnavales de sangría, ladrones en sus aguas).
El ser humano no se conforma con el desastre, le fascina el morbo y suele desear algo más grave, así que a eso de las 5:00 AM gritan en la calle:
- MAREMOTO!!!!!
El pueblo en pánico y excitado se tira a las calles.

Comentarios

Wilbur Suero ha dicho que…
jajajaja ese día si fue loco!!! el día del maremoto!!!

Hey, en esos días se vivió primitivo de verdad, filas de hasta 2 y 3 horas para comprar una funda de hielo. Lo peor del mundo, el huracán.
Andres Velez ha dicho que…
Septiembre 1998. La naturaleza en pura venganza.
Caonex ha dicho que…
Huracan George 1998 y luego del maremoto vino el granizo.
Isis Aquino ha dicho que…
Me gusto mucho, yo te he dicho que tu tienes que integrate al mundillo oscuro y retorcido de los escritores, para que mejores y te des a conocer... revisa la linesque dice : "Pese a la catástrofe registrada todos dormían pacíficamente" ahi como que se perdio un punto o una coma o una mezcla de ambas....
(Entra Onyria, lee y critica)
DC ha dicho que…
Gracias Isis. Ya lo arreglé 6 ojos ven mas que 2 :). Cuidate, ya me entraré a tu blog para actualizarme un poco.

Entradas populares de este blog

Un cuento Taíno (Arawaibe)

Era una noche muy tensa con olor a mar y animales muertos en el cacicazgo de Maguana. Los árboles derribados por doquier escenificaban el horrendo paisaje que había dejado ese devastador Huracán. -Cuando amanezca, tenemos que limpiar la tierra, madre de todo lo que comemos.- Dijo Caonabo, el cacique de Maguana a sus 21 Nitaínos. Con un acto de reverencia dieron este mandato por entendido. Lo que restaba era informarle a los naborías del gran trabajo que les esperaba. Y así concluyó la reunión de “la nobleza” taina. Caonabo entró en su bohío y se sorprende al ver a su behique llorando. El behique era el sabio del cacicazgo, además de ser curandero y poseer poderes mágicos. -¿Qué te sucede hombre sabio? -He cometido algo imperdonable. Caonabo, merezco la muerte, ni siquiera Apito me lo perdonaría.- Dijo en anciano entre sollozos. -Cuéntame, y puede que te perdone yo. Luego me encargo de Apito; has sido un hombre bueno y honesto. -Mi hija no murió. ¡Esto es terrible!- dijo el be

Navidades y RD

Ese árbol navideño que tantas luces solía sostener y que tenía un efecto hipnotizante en todos los que entraban a la casa; solo cuelga telarañas... La cajita de música que tocaba una y otra vez las mismas melodías me transportaba al mismo polo norte y me sentaba a la vera de papa Noel; ya no es caja porque las extensiones lo incluyen. ¡Vamos a cortar yerba para los camellos de los reyes magos!, y pongámosle cigarrillos, ron, galletas, leche, etc.… Todo eso ya es un vago recuerdo del tiempo que solía ser el más esperado. De esa burbuja ya he hablado y muchos quizás no estén de acuerdo, mas a mi generación esto lo hacía tan feliz como recibir los regalos; ¿a donde fue a parar tanta magia? Recuerden que la fantasía es alimento de la niñez, déjenle saber cuando crezcan que hicieron lo imposible para que se acostaran el día antes de “los reyes magos” con un ojo abierto y uno cerrado. Las navidades se han ido de vacaciones, supongo que están peleadas con mi República Dominicana… Luch

El cuento maduro de la Navidad

El lavamanos estaba botando agua caliente sin pausa y en gran cantidad mientras le hablaba en voz baja un joven a otro que lo observaba en silencio: “Debo tanto y quisiera pagar… Debo muchas explicaciones de cosas que verdaderamente no sé explicar y que no se si en realidad importan o cambiarán para bien la vida de alguien incluyendo la mía. Debo volver a ser más callado. La soltura no me sienta, siempre he sido muy discreto. Debo volver a ser celoso de mi vida, de mi privacidad, de mi independencia. Debo dar más…Ser aquel muchacho encantador de antes, que no temía a la aventura.” El que guardaba en silencio de pronto lo interrumpió: “Veo que quieres magia. Quieres ser quien eras y me das asco, porque no estás apreciando que eres todo lo opuesto a lo que tanto te endeuda hoy día. Por lo que hoy, puedes decir que has saldado cualquier cosa que te abruma producto de quien fuiste. ¡Estúpido! lava tu cara con un poco de esa agua caliente que abriste hace cinco minutos, porque hace un poco