Víctima de
un golpe cai tendido agonizante, carente de razón y con signos vitales
fallidos. Escuchaba a mi contrincante reír a carcajadas, mientras mi visión se
nublaba color rubí. Solo podía escuchar su risa por encima de mis pensamientos.
Mi
victimario golpeo nuevamente mi cabeza y rompí en llanto desesperado, escupía
sangre que eventualmente sentía me ahogaría mas no podía parar de expulsarla
como vómito súbito.
“¡Déjame en paz, esta vez, te lo pido! “.
Grité con el poco de fuerza que me quedaba.
-
"No
te dejare hasta que sucumbas- respondió
inmoral – Por inepto, granuja, testarudo, desagradecido, orgulloso, presumido,
prepotente y aburrido. ¡Eres una vergüenza de la existencia! La peor de las
creaciones…"
Dio una
vuelta, consumido por su ira y volvió a gritar:
“¿Quién diablos te crees que eres? ¿Quién carajos
te crees? ¿Eh?”
Mi silencio
me condenaba, ya estaba sometido a su terror otra vez. El verdugo prosiguió:
“Te han amado y
has desconfiado. Te han amado y has herido. Han sido lo suficientemente
decente para brindarte amistad, y aun así lo tomas a la ligera. ¿Acaso te crees
mejor que los demás? ¿ EH? Te han querido desde el vientre y aun asi no sabes
dar nada a cambio. ¿Cuántas oportunidades necesitas? ¡Dime cuantas!”
Se alejó
mientras terminaba su monologo de tortura, como siempre lo hace justo antes de
finiquitarme. No he podido derrotarle, más un día me vengaré: La gran
diferencia es que yo sí puedo matarlo y seguir vivo, sin embargo, él no existe sin mí, por eso no puede más que
dejarme moribundo.
Solo
necesito un poco más de fuerza. La próxima vez mi Ego no me agarrará desprevenido.
Hasta la próxima,
inútil.
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