Que feo otoño. Eso no existe en mi país. Los árboles siguen iguales que en verano así como la temperatura…
En una calle sórdida, mega habitada y sumamente egoísta; camina un niño envuelto en harapos, con la barriga hinchada y la jabonera expuesta; sus ojos, largos y profundos, tanto como el firmamento en una noche estrellada. Las cenizas hacían en su piel una capa tan gruesa que parecía una capa de pintura algo blancuzca. Lindos pies los que pudo haber tenido; su talón y una goma de bicicleta no tenían diferencia en funcionalidad.
Sus manos están cansadas de pedir limosna y su nariz ya no distingue los olores porque el cemento acabó con eso. No te puedo decir nada de la madre o del padre, porque cada vez que me pide algo me hace una trágica historia en la cual todo el mundo muere menos él. ¡Dios lo libre si no es cierto! Hermanos tiene alrededor de 5 o 6 y lo más triste es que él es el más pequeño.
¡Qué batalla más absurda, esta que libra ese pobre infeliz! La escuela no es parte de su joven vida. ¿Internet? Ni en sueños.
Yo, cada vez que lo veo le doy algo de dinero o le compro comida. Pero eso no basta… Cuando me voy, la calle lo vuelve atropellar. Alguien más intenta abusar de él, otros lo humillan y le recuerdan que tan dura su existencia puede ser.
Cada vez que puedo le recuerdo que hay muchas cosas buenas en este mundo y que para lograrlas debería ir a la escuela… Algo mas haré por él, mas tarde que temprano pero es que a veces se desaparece o me desaparezco. Es un poco complicado.
El sin nombre seguirá callado hasta que el cuerpo aguante o hasta que algo o alguien lo salven.
Oremos por él.
En una calle sórdida, mega habitada y sumamente egoísta; camina un niño envuelto en harapos, con la barriga hinchada y la jabonera expuesta; sus ojos, largos y profundos, tanto como el firmamento en una noche estrellada. Las cenizas hacían en su piel una capa tan gruesa que parecía una capa de pintura algo blancuzca. Lindos pies los que pudo haber tenido; su talón y una goma de bicicleta no tenían diferencia en funcionalidad.
Sus manos están cansadas de pedir limosna y su nariz ya no distingue los olores porque el cemento acabó con eso. No te puedo decir nada de la madre o del padre, porque cada vez que me pide algo me hace una trágica historia en la cual todo el mundo muere menos él. ¡Dios lo libre si no es cierto! Hermanos tiene alrededor de 5 o 6 y lo más triste es que él es el más pequeño.
¡Qué batalla más absurda, esta que libra ese pobre infeliz! La escuela no es parte de su joven vida. ¿Internet? Ni en sueños.
Yo, cada vez que lo veo le doy algo de dinero o le compro comida. Pero eso no basta… Cuando me voy, la calle lo vuelve atropellar. Alguien más intenta abusar de él, otros lo humillan y le recuerdan que tan dura su existencia puede ser.
Cada vez que puedo le recuerdo que hay muchas cosas buenas en este mundo y que para lograrlas debería ir a la escuela… Algo mas haré por él, mas tarde que temprano pero es que a veces se desaparece o me desaparezco. Es un poco complicado.
El sin nombre seguirá callado hasta que el cuerpo aguante o hasta que algo o alguien lo salven.
Oremos por él.
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AV